- condón
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Uno de los nombres más populares del profiláctico masculino preserva su etimología de modo envidiable, y son varias las hipótesis etimológicas que existen. Según algunos autores, el artilugio debe su origen al nombre del médico inglés que lo estudió, lo modernizó y le confirió las características que consideramos actuales, habida cuenta de que su existencia es casi tan antigua como la de la Humanidad. Parece claro que su historia etimológica es más próxima, pues, como decimos, se debería al galeno británico conocido como Dr. Condom que, en el siglo XVIII, por expreso encargo del rey Carlos II, habría diseñado un capuchón especial que fue rápidamente popularizado en toda la corte, de manera que se fomentó la producción de un preservativo más perfeccionado para facilitar las relaciones sexuales sin riesgos de embarazos no deseados y evitar el contagio venéreo.No debe, por tanto, usarse la palabra inventor porque es absolutamente imposible atribuir dicho mérito a nadie en particular. Sin ir muy atrás en la Historia, encontramos que podrían erigirse con dicho honor personajes que van desde un obrero que trabajaba en una fábrica de carnes como tripero en Condom, un pueblo del Armagnac (Francia), hasta un coronel, pasando por un médico inglés de los siglos XVII y XVIII llamado Daniel Turner, sin olvidar, por supuesto, la arraigada teoría de que el famoso anatomista italiano Gabriel Fallope o Fallopius -conocido por dar nombre también a los tubos que conectan el útero con los ovarios (las «trompas de Falopio»)-, que vivió entre 1523 y 1562, describió el preservativo como «un manguito de tela» en su obra De morbo gallico, es decir, Del mal francés, denominación con que se conocía la sífilis en muchos países, hasta el punto de que en inglés actual existe una forma muy significativa y jocosa de llamar al condón: french letter, \'carta francesa\', por asociarlo con el citado nombre latino y supuesto origen de la enfermedad, y por la forma en que vienen presentados, metidos en un sobrecito de plástico.Por otra parte, hay autores, como Marcuse (1898-1979), que hacen derivar la palabra del latín condu(m), que significa \'receptáculo, recipiente\', quizá del persa kondu, nombre de un recipiente hecho a base de intestinos de animales. Y la verdad es que se tienen noticias de condones sorprendentemente antiguos, fabricados con la tripa de animales, con badana, con lino o con seda, y algunos aseguran que hasta de ganchillo bien prieto, sin olvidarnos de que, ya en la Francia del siglo XVIII, Luis XVI presumía de que sus condones estaban forrados de seda y terciopelo.
Diccionario del origen de las palabras. 2000.
